Los puntos de recarga de vehículos eléctricos son todas las instalaciones que permiten la carga de coches enchufables (híbridos o eléctricos) y están ubicados en zonas públicas (como aparcamientos), en viviendas privadas o en estaciones de servicios. Estas últimas pueden ser electrolineras dedicadas en exclusiva a este tipo de vehículos, o espacios en las gasolineras tradicionales.
Estos instrumentos permiten, en diferentes velocidades y tiempos, la recarga segura de los vehículos enchufables transformando la corriente continua de la red eléctrica en la corriente alterna con la que funcionan las baterías de los coches eléctricos. Así que son el elemento fundamental de las estaciones de recarga con el objetivo de impulsar la movilidad sostenible, que cada día gana más adeptos preocupados por la emisión de gases nocivos a la atmósfera y el cambio climático.
Debido, además, a políticas nacionales e internacionales de promoción de la movilidad sostenible y los vehículos eléctricos, la industria del automóvil está impulsando estos coches. Aunque todavía queda mucho camino por recorrer tanto en el número total de coches eléctricos en el parque móvil español como en el número de puntos de recarga: más de 11.500 frente a los 340.000 que se tienen como objetivo para 2030 en nuestro país, según recoge el ‘Mapa de despliegue de infraestructura de recarga’ de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) y Faconauto.
Así que, teniendo en cuenta su presencia y extensión por el territorio español, ¿qué tipos de puntos de recarga de vehículos eléctricos existen? En POWEN, expertos en energía solar y en soluciones de recarga, te damos la respuesta.
¿Cuáles son los tipos de puntos de recarga para vehículos eléctricos?
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de hablar de puntos de recarga es, si son de uso privado, que hemos de instalar el más adecuado en función de las necesidades de nuestro vehículo.
Atendiendo a características como el tipo de conectar, la potencia admitida en kW (también varía según cuánto tiempo tarda en cargar un coche eléctrico) y a nuestras necesidades y hábitos de conducción, los podemos dividir en los siguientes tipos:
1.- Puntos de recarga portátiles
Los puntos de recarga portátiles son uno de los más usados para todos los tipos de coches eléctricos en la actualidad. Su uso permite la recarga segura en conectores domésticos convencionales, así como en los industriales (CEE, trifásicas o monofásicas) mediante una centralita de control.
Este tipo de cargadores destaca por sus dimensiones y peso muy reducidos, lo que permite su transporte de manera cómoda en el maletero del coche. De esta forma podremos recargar la batería del vehículo en cualquier lugar, y tan solo necesitaremos una toma de corriente con un enchufe convencional.
Depende de las necesidades de cada conductor se podrá elegir entre un cargador portátil con conector para enchufe convencional (Schuko) o uno industrial (CEE). A su vez hay que tener en cuenta el tipo de conector del vehículo, que puede ser conector de Tipo 1 o de Tipo 2.
Así como el máximo de amperios que se necesitan y que dependen de la capacidad del coche para realizar una recarga monofásica o trifásica y de la intensidad aceptada.
2.- Puntos de recarga en pared, murales o Wallbox
Los puntos de recarga de pared o Wallbox son cargadores colocados mediante anclajes en la pared de un garaje. Son bastante económicos y muy fáciles de instalar –por eso son de los más extendidos-, alimentándose del suministro eléctrico de los hogares, aunque no de zonas comunitarias como garajes.
También en este caso hay que tener en cuenta el tipo de conector que utiliza el vehículo (Tipo 1, Tipo 2), el tipo de toma que necesita (CEE o Schuko), la intensidad máxima en amperios a la que se puede recargar el vehículo y el carácter de la carga (monofásica o trifásica).
3.- Puntos de recarga con control dinámico de potencias
Es un novedoso sistema de recarga que equilibra la carga entre el vehículo eléctrico y otros consumos del hogar para que no se sobrepase nunca la potencia contratada.
Aunque también lo más recomendable es tener una tarifa 3DHA. (Con 3 tramos horarios), siendo el más barato por la noche, para aprovechar esas horas de menos coste para cargar el coche. De esta forma se evita que la carga del vehículo eléctrico provoque cortes de luz en la vivienda.
Estos puntos de recarga con control dinámico de potencia son un sensor inteligente que hay dentro del punto de recarga y se pueden emplear en instalaciones con un mínimo de 1,8 kW de potencia contratada, hasta un máximo de 22 kW. Ayudan también a ahorrar en el consumo de energía ya que en la mayor parte de casos no es necesario que se aumente la potencia contratada.
4.- Puntos de recarga en poste (Pole)
Los puntos de recarga en poste permiten que se recargue el 80% de la batería del vehículo en aproximadamente media hora. Suelen pertenecer a empresas, electrolineras o a Administraciones Públicas, formando una red de puntos de recarga de uso público muy útil.
Esta red puede ser consultada cuando realicemos largos trayectos o viajes que vayan a superar la autonomía del coche eléctrico. Aunque no conviene abusar de este tipo de carga, ya que puede perjudicar a medio y largo plazo la vida útil de la batería del coche.
¿Por qué vincular los puntos de recarga de coches eléctricos a placas solares?
Después de haber revisado los tipos puntos de recarga para coches eléctricos, podemos responder también a la siguiente pregunta: ¿por qué vincularlos a instalaciones fotovoltaicas? La cuestión es de fácil respuesta, sobre todo si se parte de la base de la posibilidad y facilidad técnica para realizar la vinculación.
En la actualidad, existen diferentes ayudas y subvenciones por la instalación de placas solares en viviendas particulares, para autoconsumo compartido y también para el autoconsumo de empresas. Y las gasolineras o electrolineras pueden beneficiarse de sus ventajas.
De hecho, si las electrolineras son las estaciones en las que se pueden recargar coches eléctricos, el uso de la energía solar fotovoltaica para generar electricidad es el paso siguiente natural: el surgimiento de las fotolineras o electrolineras solares que funcionan con energía fotovoltaica.
Los motivos más importantes, por lo tanto, para vincular los puntos de recarga de vehículos eléctricos a paneles son dos:
- Uno de ellos, la mejora de la sostenibilidad ambiental y no solo de la propia movilidad sostenible gracias al impulso de los vehículos enchufables.
- Y el otro es aprovechar la electricidad generada con la luz del sol para el funcionamiento de los puntos de recarga teniendo, en cuenta el ahorro económico que ya supone el uso de placas fotovoltaicas.
