El incremento de la rentabilidad de un negocio no es el resultado del crecimiento de las ventas, sino más bien de alcanzar un equilibrio entre los gastos de la actividad y la facturación. Por este motivo, una factura energética elevada puede llegar a poner en riesgo la viabilidad de una empresa.
La eficiencia energética se ha convertido en la prioridad de un gran número de empresas que persiguen ser más sostenibles. Pues, además de reflejar una mayor responsabilidad social corporativa para con el medio ambiente, supone una estrategia práctica para reducir costes. Esto, unido al notable incremento del precio de la luz en los últimos años, ha hecho que multitud de empresas se replanteen su política de consumo energético.
Llegados a este punto, es importante destacar que las medidas de ahorro de energía en la oficina no tienen por qué implicar grandes inversiones económicas, es posible conseguirlo con un simple cambio de hábitos. Gestos tan sencillos como apagar la luz cuando no se necesite, cerrar las ventanas si está la calefacción encendida o dejar apagado el ordenador cuando nos vamos no cuestan dinero y suponen un considerable ahorro de energía.
Además de estos pequeños gestos, se pueden llevar a cabo acciones que van un paso más allá en el compromiso con la sostenibilidad y la eficiencia energética. Hablamos de la instalación de paneles solares, una opción que emerge como una alternativa para reducir el consumo de energía eléctrica y para reforzar la imagen de la empresa en lo que a su compromiso ambiental se refiere.
¿Cómo ahorrar energía en la oficina con electrodomésticos eficientes?
En muchas oficinas es necesario contar con electrodomésticos de cocina para el uso de los empleados. En ese sentido, para conseguir el máximo ahorro energético, uno de los principales aspectos a tener en cuenta es la elección de dichos electrodomésticos. Elegir opciones marcadas con etiquetas de eficiencia energética A, según la normativa europea, garantiza un consumo eléctrico mínimo, mientras que si nos decantamos por modelos con menor eficiencia energética (B a G) se incrementará el consumo. A continuación, recogemos algunas recomendaciones prácticas:
- Frigorífico: Elige un frigorífico de categoría A, que consume hasta un 75% menos de energía que uno de clase G. Nuestra principal recomendación es mantener la temperatura del frigorífico entre 3°C y 5°C y el congelador a -18°C, ya que ambas garantizan la máxima eficiencia.
- El lavavajillas puede llegar a representar el 6% de la factura. En caso de contar con él, es recomendable utilizarlo solo cuando esté lleno. Además de elegir programas cortos y de baja temperatura.
- Cafetera: Aunque es esencial en cualquier lugar de trabajo, puede llegar a consumir más de 1 Wh, de hecho, según un informe de la OCU, la cafetera puede consumir tanta electricidad como un ordenador. La principal recomendación es escoger una opción eficiente y, además, apagarla completamente cuando no se esté utilizando.
- El microondas, debido al modo stand by, puede llegar a consumir bastante energía sólo por estar enchufado. Una buena solución para ahorrar energía es tenerlo enchufado a una regleta con interruptor, de modo que, cuando no se esté usando, se desconecte.
Ahorro energético en climatización
Los sistemas de climatización suponen más del 50% del consumo energético total de un edificio de oficinas. Pero, al mismo tiempo, la adecuada climatización de una oficina es uno de los factores más importantes para alcanzar el confort necesario en el trabajo. Por ello, encontrar el equilibrio es fundamental en cualquier empresa.
Para ahorrar en climatización en la oficina de forma práctica deberemos:
- Controlar la temperatura máxima de los aparatos. Se recomienda que en los meses de verano la temperatura para el aire acondicionado se sitúe entre los 24 y 26º C, y que en invierno no se superen los 21º C en la calefacción. Una variación de tan solo un grado puede generar un ahorro de entre el 6-10% en la factura.
- Aprovechar la orientación de la fachada. Si es al norte deberemos utilizar persianas que impidan el paso del frío en invierno, sin embargo, si la fachada tiene orientación sur, podremos utilizar protecciones solares fijas o móviles que ayuden a sombrear los cristales en la época veraniega y permitan el paso del sol en invierno.
- Utilizar la ventilación natural todo lo que se pueda. Para ello es importante ventilar durante las primeras horas de la mañana en verano y en las horas centrales del día en invierno.
- Especialmente en verano, apagar todos los aparatos eléctricos que no se estén utilizando, como lámparas, fotocopiadoras, impresoras y ordenadores, ya que generan calor en las oficinas, aumentando la necesidad de refrigeración debido a la mayor temperatura ambiental.
- Instalar en la oficina termostatos o un sistema de control del encendido y apagado de los sistemas de climatización, ya que hasta el 50% de la energía consumida para climatizar un edificio se usa en horarios sin actividad.
¿Cómo ahorrar energía en la iluminación de la oficina?
La iluminación en oficinas puede suponer hasta el 30% del consumo energético total. Algunos consejos prácticos para ahorrar en iluminación son:
- Sustituir la iluminación por otra energéticamente más eficiente de bajo consumo o LED, puede conseguir que ahorremos hasta el 50% del consumo de electricidad. Se trata de realizar una inversión inicial para sustituir el sistema de iluminación actual que se convertirá en un ahorro potencial a largo plazo.
- Utilizar un sistema de encendido y apagado por zonas. De esta forma utilizamos la luz solo cuando es necesaria.
- Aprovechar la luz natural todo lo que sea posible. Si es necesario cambiando la ubicación de las zonas de trabajo o manteniendo las persianas subidas.
- Instalar detectores de presencia en las zonas de paso y acceso. Así se favorece el ahorro de energía al no quedarse las luces encendidas.
- Educar a los empleados para que no dejen las luces encendidas. Es importante que las últimas personas que salgan de la oficina se responsabilicen de revisar el apagado de la iluminación.
Ahorrar energía en equipamiento informático
El equipamiento informático puede llegar a consumir hasta el 20% de la electricidad en una oficina. Entre impresoras, fotocopiadoras y faxes, destacan los ordenadores, que por su elevada presencia en las oficinas, son responsables de la mitad de este gasto energético.
Para reducir el consumo de dispositivos como los ordenadores, es esencial elegir modelos que cuenten con certificados de eficiencia energética A. Estos equipos suelen tener modos de ahorro de energía que minimizan el consumo cuando no están en uso activo. Además, es fundamental fomentar entre los empleados el hábito de apagarlos al finalizar la jornada laboral y hacer uso de los modos de ahorro de energía durante los descansos.
Crear una cultura de ahorro de energía en la oficina
No vale de nada que utilicemos tecnologías eficientes si no se produce un cambio de mentalidad entre nuestros empleados. Los hábitos de los usuarios juegan un papel muy importante a la hora de ahorrar en una oficina y favorecen el uso racional de la energía.
Por este motivo es muy importante que en el ámbito laboral se fomenten una serie de acciones:
- Inculcar una cultura de empresa de consumo responsable.
- Intentar eliminar el uso del papel, promoviendo la digitalización de documentos y la comunicación electrónica.
- Reducir los consumos indirectos de energía, como plásticos y otros materiales de oficina. Para ello, se puede optar por materiales de oficina sostenibles.
- Potenciar la movilidad sostenible entre los empleados, utilizando transporte público, bicicleta o compartiendo el coche.
- Realizar auditorías energéticas periódicas. Evaluando el consumo de energía de la oficina de forma regular, permite identificar áreas de mejora.
En un mundo donde la sostenibilidad y la eficiencia energética son cada día más importantes, las empresas tienen una gran oportunidad para liderar el cambio hacia prácticas más respetuosas con el medio ambiente.
En este artículo, hemos desgranado múltiples estrategias para reducir el consumo energético en la oficina, desde la optimización del uso de electrodomésticos y equipamiento informático hasta la creación de una cultura de ahorro energético entre los empleados.
Sin embargo, más allá de estas prácticas, existen opciones como el aprovechamiento de las energías renovables que favorecen la sostenibilidad energética en el entorno laboral. La instalación de paneles solares, por ejemplo, no solo favorece la independencia de la red eléctrica, reduciendo los costes, sino que también refleja el compromiso de la empresa con el cuidado del medioambiente.
En POWEN, te ayudamos a conseguirlo de forma sencilla. Convierte tu oficina en un espacio donde la eficiencia energética y la sostenibilidad sean una realidad.