Los consumidores de la energía solar fotovoltaica tienen una serie de recursos en su mano para sacar el máximo rendimiento a esta energía limpia: o consumir la electricidad generada en el momento o almacenarla. Así que las baterías solares en el autoconsumo colectivo son una solución muy útil para conseguir un rendimiento aún mayor de las instalaciones fotovoltaicas comunitarias.
En los últimos meses, el Gobierno de España ha aprobado una serie de medidas para favorecer el autoconsumo colectivo, que consiste en compartir entre varias comunidades una misma instalación solar para la producción y consumo de energía eléctrica procedente del sol.
Por ejemplo, la ampliación hasta los dos kilómetros de la distancia máxima entre CUPs (Código Universal del Punto de Suministro) para que haya más consumidores que puedan beneficiarse de sus ventajas, lo que se aprobó en el Real Decreto 20/2022, de 27 de diciembre.
Por este motivo, en POWEN queremos dedicar este artículo a hablar de qué son las baterías solares, cómo funcionan, qué ventajas ofrecen y también cuáles son los desafíos a los que nos enfrentamos en materia del autoconsumo compartido en comunidades.
Qué son las baterías solares
Las instalaciones solares fotovoltaicas son aquellas que mediante el uso de placas solares fotovoltaicas captan la luz del sol, la transforman en electricidad (lo que hacen los inversores solares) y esa electricidad se vierte al sistema eléctrico para su consumo inmediato o almacenamiento. Previo paso por la conversión de la corriente alterna en corriente continua.
Como parte de este sistema, igualmente, existe la posibilidad de vender los excedentes de energía solar producidos en una comunidad. De esta manera, además de fomentar el uso de energías limpias y renovables para dar más pasos en la descarbonización de la sociedad y la transición energética, se pueden obtener beneficios económicos. Que se añaden a las ayudas y subvenciones existentes en España por la instalación de paneles solares.
En este sistema, uno de los elementos de las instalaciones solares son las baterías de almacenamiento. Su uso principal es el de almacenar la energía eléctrica generada por las placas solares que no se ha usado en el momento de su producción, para usarla en momentos en los que haya necesidad: cuando hay cortes de luz o cuando la producción de las instalaciones desciende porque hay menos horas de luz o días de lluvia.
¿Qué tipos de baterías para placas solares existen? De este tema ya hemos hablado de forma más extensa en otro artículo, aquí simplemente las enumeramos y destacamos que cada una de ellas tiene unas características y vida útil diferentes:
- Baterías monobloque
- Baterías estacionarias
- Baterías de litio
Desafíos de las baterías solares en el autoconsumo colectivo
Como cualquier tipo de tecnología, las baterías para placas solares aún tienen por delante una serie de retos hasta llegar al punto más alto de perfeccionamiento. Hasta llegar al punto más alto de la curva de su evolución, los retos en la fabricación de baterías solares los podemos resumir en los siguientes.
Baterías de vida útil más larga
La vida útil de las baterías de almacenamiento en las instalaciones fotovoltaicas puede llegar a los 20 años. Pero hay que valorar que no es lo mismo el mantenimiento y uso de una batería en una instalación de una vivienda unifamiliar, donde solo hay un usuario, que en el autoconsumo compartido, sobre todo si hay un reparto dinámico de la electricidad.
Por este motivo, además de que el tipo de batería influye en su vida útil y que algunas requieren de acciones concretas de mantenimiento, en los próximos años tendrá que haber baterías solares específicas para el autoconsumo compartido capaces de abastecer de electricidad aún mejor a sus diferentes usuarios.
Como hemos dicho, es previsible que el uso de la energía solar en comunidades energéticas se extienda si hay más medidas legislativas que lo favorezcan, como ampliaciones en las distancias máximas entre CUPs. Eso supondrá que hagan falta baterías más resistentes al uso continuado por parte de diferentes usuarios, con necesidades distintas, en el sector residencial, pero también en las empresas.
Aumento de la capacidad de almacenamiento
La capacidad de almacenamiento de una batería solar se define como la cantidad de energía que es capaz de acumularse en estos dispositivos y la unidad de medida son los Amperios-hora. El cálculo es la multiplicación del voltaje por el amperaje de los acumuladores.
Como no es igual almacenar electricidad en baterías de instalaciones solares para el autoconsumo particular que en el comunitario -como tampoco son los mismos los ciclos de carga-, es obvio que en los próximos años serán necesarias baterías solares en el autoconsumo colectivo con más capacidad de almacenamiento.
No es que las actuales tengan poca capacidad, pero como sucede con cualquier tipo de dispositivo que almacena energía, cuantos más usuarios estén conectados, hace falta más capacidad para satisfacer las necesidades de todos los usuarios conectados a una misma instalación solar,
Extensión de baterías solares inteligentes
En relación con el primero de los retos, también será necesario en los próximos años un mayor número de baterías solares inteligentes. Estas baterías para placas solares son capaces de controlar y gestionar el reparto energético de una instalación solar compartida en función de los coeficientes establecidos en cada comunidad.
Además, las baterías para placas solares inteligentes permitirán que se instauren modelos de intercambio de energía entre los diferentes usuarios de las comunidades energéticas.
Conclusiones sobre la baterías solares en el autoconsumo colectivo
La extensión del autoconsumo solar es un hecho, solo hay que atender a los datos de Red Eléctrica Española (REE), según los cuales la energía solar fotovoltaica produjo en 2022 un 33% más que el año anterior y se situó como la cuarta tecnología del mix en generación en España.
Algunos factores que explican este crecimiento es la sostenibilidad ambiental con la que cada vez más ciudadanos están concienciados, así como los beneficios económicos para los usuarios, incluyendo facturas de la luz más baratas. Y en el autoconsumo compartido en comunidades energéticas, la amortización más rápida y las facilidades burocráticas en el proceso de instalación y gestión posterior.
Por todo ello, las baterías solares en el autoconsumo colectivo son un reto para que las comunidades solares tengan aún más capacidad de ser independientes en la producción y consumo de su propia electricidad. El trabajo de las empresas fabricantes será proveer cada vez más de baterías de almacenamiento, con más capacidad y más vida útil. Así, se posibilitará que haya un uso aún más extenso de esta tecnología entre los ciudadanos.
