España es un país en el que la generación de electricidad gracias a las energías renovables puede dar un rendimiento sobresaliente. Tenemos muchas horas de sol al cabo del año, las condiciones climáticas son propicias. Por eso, trasladándonos al ámbito de la movilidad sostenible, es factible tener una infraestructura de carga para vehículos eléctricos que puede ser de primer nivel.
¿Cuál es la situación real de nuestro país en este sentido? ¿Hay puntos de mejora en aspectos concretos como para invertir más dinero y esfuerzo? En POWEN, como expertos en energía solar fotovoltaica y en aportar al mercado soluciones de recarga para coches eléctricos, queremos mostrar un análisis de los problemas y soluciones que se pueden aportar en este sentido.
Por eso, como defensores de la sostenibilidad ambiental y de las innovaciones tecnológicas que permiten construir una sociedad más responsable, vamos a tratar de arrojar luz sobre esta materia. Un punto importante para conseguir una mayor electrificación del parque automovilístico en España, menos dependiente de energías no renovables y contaminantes como el petróleo.
Qué mejorar en la infraestructura de carga de coches eléctricos
Esta es una temática que hemos tratado en varias ocasiones, pero en este artículo lo vamos a hacer de manera más concreta. Lo haremos centrándonos en dos puntos en concreto: el número de puntos de recargar de coches eléctricos que hay, además de la velocidad de carga que permiten.
Número de puntos de recarga en España
Actualmente, los coches eléctricos se pueden cargar tanto en lugares privados (garajes de particulares) como en lugares públicos (aparcamientos). Centrándonos en la red de puntos de recarga para vehículos eléctricos por todo el país, hay que citar datos del Barómetro de la electromovilidad del segundo trimestre de 2022 de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC).
Según este documento, en España hay algo más de 15.700 puntos de recarga de acceso público y la proyección de las Comunidades Autónomas para finales de 2023 es que haya casi 70.000. Por lo tanto, deben instalarse casi 60.000 solo este año. De momento, las regiones con mayor número son Cataluña -4.207-, la Comunidad Valenciana -1.951- y la Comunidad de Madrid -también más de 1.878-.
Estos datos suponen que nuestro país, en la actualidad, está lejos de cumplir el objetivo marcado para el año 2030: que haya 340.000 puntos de recarga públicos.
Potencia y velocidad de carga de vehículos eléctricos
El segundo punto de mejora está en la velocidad de carga de vehículos eléctricos que permiten los puntos de los que hemos hablado justo antes, y no es porque la infraestructura carezca de la potencia necesaria para cargar coches eléctricos.
A este respecto, un trabajo previo de ANFAC y Faconauto, el Mapa de Infraestructuras de Recarga de Acceso Público en España, concretaba que para finales de este año 2023, se proyecta que haya en todo el país 200 puntos con una potencia igual o mayor a los 250 kilovatios (kW), en comparación con los 151 que hay en la actualidad.
Con este potencia se puede cargar un vehículo eléctrico o híbrido enchufable de forma ultra rápida, incluso en 15 minutos. Sin embargo, la realidad es que el Barómetro de ANFAC señala que la inmensa mayoría de todos los puntos, más de 13.000, son de una potencia igual o inferior a los 22 kW, con una duración mínima de unas tres horas de carga.
Cómo mejorar la infraestructura de carga de coches eléctricos
Partiendo de la base de que España tiene suficiente potencial como para tener una infraestructura de carga de coches eléctricos más amplia, a continuación explicamos cómo se puede mejorar en los próximos años, en la línea de las previsiones que hay en el sector de los vehículos eléctricos e híbridos enchufables.
Ampliar la red de recarga en el territorio nacional
En primer lugar, se debe poner mayor esfuerzo no solo en tener un mayor número de coches eléctricos o híbridos, sino en ampliar la red de carga. Cuantas más puntos y estaciones de recarga haya en puntos públicos, más motivos tendrán los conductores para invertir en este tipo de vehículos.
Aumentar el número no significará que la autonomía de los coches eléctricos sea menor, sino que habrá más posibilidades para recargarlos de manera rápida en pleno viaje. Y así los usuarios no tendrán limitadas sus opciones solo a aparcamientos, electrolineras, empresas que los tengan instalados o cargarlos en sus domicilios.
Aumentar la potencia de carga de los puntos y estaciones
En relación directa con la presencia de más puntos y estaciones de recarga, tiene que ir la mayor potencia de dichos lugares. Si hay más puntos de recarga con mayor potencia, cambiando totalmente los datos actuales, supondrá de manera más sencilla un impulso a la electrificación del parque automovilístico español, ya que la velocidad de recarga se asemejará al repostaje de combustibles tradicionales.
Para lograr este objetivo, entre 2021 y 2023 el Gobierno de España fomenta la construcción de puntos de recarga de más de 250 kW. Lo hace, tras la aprobación de un Real Decreto con una dotación de 252 millones de euros como parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
En consonancia con el objetivo de llegar a 100.000 puntos de recarga en lugares públicos a finales de este año, este Real Decreto incluye medidas como deducciones fiscales de hasta el 50% en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y del 90% en el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO).
Conclusiones y perspectivas de futuro
Con todo lo visto en este artículo, está claro que el sector del vehículo eléctrico y los agentes involucrados deben hacer más para promover el uso de este tipo de coches, dentro de las estrategias actuales y futuras de la movilidad sostenible.
Estos dos aspectos son, además de los estímulos fiscales o de otro tipo para los propios conductores, los más importantes para conseguirlo: cuantos más puntos de recarga en lugares públicos haya y tengan más potencia de carga, más fácil será que los usuarios elijan esta opción.
Ya que, como ocurre con el diésel o la gasolina, debe haber una infraestructura extendida que permita recargar coches eléctricos de forma rápida en lugares públicos, gasolineras y electrolineras.
