Durante muchos años el autoconsumo colectivo no ha estado regulado, hasta que en abril de 2019 se aprueba el Real Decreto Ley 244/2019 que habilita por primera vez la figura del autoconsumo colectivo, reduciendo los trámites administrativos y estableciendo un mecanismo simplificado de compensación de la energía autoproducida y no consumida.
El tener la posibilidad de autoconsumir mediante una instalación compartida o colectiva es muy interesante, ya que la inversión que tenemos que realizar es mucho menor, además de otra serie de ventajas como el ahorro en el consumo eléctrico y en la factura mensual de la luz.
Entendemos por autoconsumo compartido o colectivo a un grupo de propietarios que comparten una o varias instalaciones de placas solares. Pero para poder acogernos a esta modalidad de autoconsumo fotovoltaico deberemos cumplir con una serie de requisitos y con unas modalidades de conexión determinadas.
Veamos a continuación cuáles son los pasos necesarios para llevar a cabo una instalación de autoconsumo colectivo en una comunidad de vecinos.
Aprobación en Junta de Vecinos
Existen dos modalidades posibles de autoconsumo para comunidades de vecinos:
– Autoconsumo Colectivo. La instalación la disfrutan sólo los vecinos adheridos a la instalación y la energía producida sólo compensa los consumos de los vecinos participantes.
En este caso, para la aprobación de la instalación en la Junta, se necesita un tercio de los votos que a su vez representen un tercio de los coeficientes de participación. Puede darse el caso de que aunque un vecino apoye la instalación con su voto favorable, podrá no participar en ella, no teniendo que correr con los gastos de la instalación.
– Autoconsumo Común. La instalación fotovoltaica se utiliza sólo para las zonas comunes de la comunidad, como por ejemplo ascensores, depuradora de piscina, luces de pasillos y jardines, etc.
En este caso son necesarias las tres quintas partes de los propietarios que a su vez representan las tres quintas partes de los coeficientes de participación. Una vez aprobada la instalación, el coste correrá a cargo del total de los vecinos, al tratarse de un servicio que repercute en el beneficio de todos.
En ambos casos, es necesario elaborar unos estatutos con una normativa de régimen interno para de este modo facilitar las actuaciones posteriores y las normas comunes.
La instalación será titularidad de la Comunidad de Vecinos, si bien en el caso de autoconsumo común, la Comunidad cede la superficie común para la instalación a los vecinos que se adhieran.
Puede ocurrir que tras la instalación algún vecino decida formar parte de ella. En este caso el nuevo usuario deberá pagar la parte correspondiente a la instalación más los intereses producidos en el tiempo.
Funcionamiento del proceso de autoconsumo colectivo
La energía producida por las placas solares de nuestra instalación se transforma en corriente alterna mediante unos inversores, pasa por un contador que mide nuestra producción y se inyecta de forma directa a la red a través de nuestra acometida. Estos datos son recogidos por la distribuidora y se comunican a la comercializadora de referencia para que ésta emita los correspondientes abonos mediante compensación y en función del coeficiente de cada usuario.
Hay que destacar que las instalaciones menores de 100 kW pueden verter a red los excedentes no consumidos y optar por un sistema de compensación, gracias al cual la comercializadora nos compensará dichos excedentes mediante un ahorro en nuestra factura de la luz en el siguiente mes.
Cómo dimensionar una instalación de autoconsumo colectivo
En el caso de las instalaciones de autoconsumo colectivo es fundamental establecer las necesidades de producción para cada uno de los vecinos adheridos. Para ello nos podemos apoyar en la curva de consumo de los integrantes del autoconsumo colectivo y que nos proporciona nuestra distribuidora. De esta forma obtendremos el consumo medio diario y a partir de aquí se multiplicará por el número de participantes para obtener la potencia necesaria de la instalación. Conviene tener en cuenta las futuras adhesiones de nuevos vecinos
Hay que destacar que en la energía autoconsumida es donde encontramos el máximo ahorro y por consiguiente la mejor amortización de la instalación, mucho más que a través del excedente. Por este motivo lo más recomendable es dimensionar para que no se produzca mucho excedente y que el porcentaje de autoconsumo sea el máximo.
En función del reparto de producción de la instalación, a cada vecino participante se le asigna un coeficiente de participación que debe ser remitido a la distribuidora. Este coeficiente sirve para determinar el coste individual de la instalación y para que la distribuidora establezca los retornos de excedente en caso de que se produzcan y llevar a cabo las correspondientes compensaciones en la factura de cada vecino.
Subvenciones y ayudas para el autoconsumo colectivo
El autoconsumo colectivo ya es rentable sin necesidad de subvenciones, pero aun así, existen subvenciones que logran periodos de amortización y rentabilidades muy interesantes.
Hay ayudas por instalación de autoconsumo a nivel de municipio y comunidad. En POWEN nos encargamos de todo para que tu solo te preocupes de ahorrar con tu instalación. Gestionamos la presentación de ayudas Next Generation y las bonificaciones de IBI.
El autoconsumo colectivo está dentro de los modelos subvencionables a niveles municipales (como por ejemplo la reducción del 50% del IBI durante 3 años en Madrid) y europeos.
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Tiempos de instalación y trámites distribuidora
Desde la obtención de licencia en POWEN coordinaremos la instalación para que esté lista en dos o tres semanas, variando este plazo según el tamaño de la instalación y las condiciones del edificio. El proceso de legalización implica a la distribuidora y comunidad autónoma. Desde POWEN trabajamos por agilizar este trámite, que suele completarse en 3-6 meses.
Una vez firmados los contratos, POWEN solicitará al ayuntamiento los permisos para iniciar la obra. Una vez concedidos se estima finalizar la obra en 10-15 días laborables. Desde ese momento la instalación estará autogenerando electricidad verde.
Acabada la instalación se solicita, a través de Industria, a la distribuidora la legalización de la instalación, que suele tardar unos seis meses.
En POWEN nos encargamos de tu instalación colectiva, garantizando un proyecto llave en mano, gestionando permisos, instalación, solicitud de subvenciones y legalización. Te presentamos un proyecto inicial y hacemos una visita para diseñar la instalación óptima según las necesidades de la Comunidad de Vecinos y sus características.